8.10.09

Orlan, identidad reconstruida

Orlan somos nosotros, los comunes en búsqueda de perfección; también es aquella mujer en búsqueda de identidad y pertenencia cultural y sin embargo es la otredad a la cual vemos con lupa y ceño fruncido…



Orlan es lo que vemos como raro y estudiamos antropológicamente, es lo que los cánones de belleza a través de la Historia del Arte han dictado pero que en su conjunto, no la han acercado al refinamiento. Finalmente es un ser que ha apostado su vida a criticar la estética por medio de su cuerpo, cara y las constantes manifestaciones artísticas y performances que ha realizado.

Nacida en Saint Ettiene, Francia y ahora con 62 años de edad, Orlan ha sido una de las precursoras del movimiento cyborg, en el cual la ciencia y la tecnología se insertan en el cuerpo perdiendo su estatuto artificial o maquinal confundiéndose con lo humano. En esta cibercultura el cuerpo funciona como membrana permeable cuya integridad y santidad es violada y amenazada por implantes, producto de una cultura obsesionada por las apariencias.


En su obra titulada Self Hybridation, por medio de maquillaje, atuendos e intervenciones digitales, ha criticado las culturas de tribus indoamericanas o africanas, que como parte de su pertenencia e identidad, obligan al uso de pinturas de colores cubriendo su rostro e incluso obligando al uso de objetos que trasforman parte de su anatomía (collares africanos que alargan el cuello o tablas precolombinas que achatan el cráneo hasta deformarlo)



Orlan presenta esculturas con injertos de pechos en la cabeza, cuestionando la feminidad oculta bajo atributos maternales-sexuales que hacen ver a la mujer occidental como un objeto descerebrado.
En su intento por trascender lo corporal y recordando a Dalí el Divino, la artista se ha auto nombrado Santa Orlan, dando muestras de sacrificio en cada una de sus operaciones que exhibe vía satélite como performances de arte y moda.


Cada operación es un performance donde los cirujanos y Orlan usan vestidos de Alta costura, diseñados por Paco Rabanne, con escenografía compuesta por slogans de las marcas patrocinadoras que borran límites entre arte y publicidad, al estilo de los artistas pop.

Estos actos rompen con el esquema de belleza de las conejitas de Playboy, VH1 y demás canales mediáticos de moda, con el objetivo de imponer su propio retrato estructurado a partir de cuadros canónicos de la Historia del Arte.


El número de operaciones para crear la Obra Absoluta, la Reencarnación de Santa Orlan han sido 9, arte carnal destinado a realizar un collage viviente de rasgos celebres: rostro con la frente de la Gioconda, ojos de la Psique de Gerome, nariz de una Diana de Fontainebleau, boca de la Europa de Boucher y barbilla de la Venus de Boticceli…

A partir de su obra, Orlan ha donado parte de su grasa corporal en frascos denominados relicarios y redactado su Manifiesto CARNAL ART, teniendo como filosofía los siguientes puntos:
1. La crítica a la concepción del cuerpo que inculcó el cristianismo: que el dolor físico se convierta en una forma de redención y de camino hacia el paraíso.


2. La crítica a la cirugía plástica para desviarla de su búsqueda del rejuvenecimiento y para demostrar que la belleza no siempre tiene una apariencia bella.

3. Y la máxima de Orlan:
Nuestro cuerpo solo nos pertenece a nosotros y nadie más tiene el derecho de decirnos cuál debe ser nuestra apariencia”.


Como ella lo ha pregonado…..“He donado mi cuerpo al arte”.


Orlan a visitado la ciudad de México y ha dado conferencias en el Claustro de Sor Juana.

PD. Para conocer un poco más de su obra se recomienda ver los videos al inicio del post.

1 comentario:

  1. Ojala todos tengamos un poco de Orlan adentro un ser sin prejuicios por lo subjetivo de la belleza

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