28.9.09

Takeshi Murakami: Pop Oriental!


El arte pop se confunde con la cotidianidad y lo ordinario, nos ofrece una nueva lectura de los objetos publicitarios o de consumo, expresando nuevos caminos para cuestionar la cultura que nos rodea a diario y pasa desapercibida.


En este sentido Murakami nos muestra su realidad oriental pop, siendo un artista que como Warhol dicta ideas a un grupo de trabajadores que realizan la obra en su propia Factoría denominada KaiKai Kiki; su trabajo pierde límite entre publicidad y arte, estética del comic u objetos de culto y espiritualidad exacerbada contra anime sensual rayando en lo porno.



Su obra cuestiona tabúes sociales que en occidente y en oriente siguen siendo objetos de censura, en ella, el orgasmo masculino y la lactancia femenina, más que algo intimo, forma parte de un espectacular inicio de una creación universal… la vía láctea naciendo de cada uno de nosotros.


En la contraparte machista de esta metáfora, también muestra a la mujer - objeto, convertida de una adolescente modelo en una nave espacial que lleva como frente la vulva vaginal y la convierte en motor aéreo de la vertiginosa velocidad de la hipermodernidad. Transformación que recuerda la novia de Marcel Duchamp, virgen - mujer disminuida a sus pulsiones y deseos y convertida en maquina procreadora.


Para designar nombre a su trabajo, en sus escritos acuñó el estilo artístico “Superflat”, que se caracteriza por ser bidimensional y tiene como objetivo acabar con los límites entre la alta y baja cultura. Hakuri seduce por sus monumentales obras ya sea de una escultura, una pintura o una instalación, llenas de un colorido exquisito y espontaneo.


Como parte de la producción cultural en serie, Murakami ha realizado videos de sus seres animados con música de Kanye West y ha desarrollado campañas publicitarias con una de las casas de diseño más importante a nivel mundial, Louis Vuitton, en las que las flores y los seres creados en la imaginación del autor, se mezclan con las iníciales y el logo del diseñador, creando un objeto de producción masiva formado con la estética fresca del artista y el estatus de la marca LV. En este sentido cabe destacar los videos publicitarios que realizo para esta campaña, en donde hecho mano de la narración oriental, expresando situaciones en que los seres quedan suspendidos entre objetos y formas geométricas abstractas y dan un paseo interior para encontrarse consigo mismos, surrealidad y pop mostradas en figuras de anime.


Para seguir recordando a su maestro Andy Warhol, Murakami muestra seres monstruosos derretidos o mundos creados a partir de la putrefacción de cuerpos, lo que en su tiempo pinto Andy en sus latas abolladas de Campbells con etiquetas desechas y maltratadas, como metáfora de la descomposición de valores en la cultura de consumo.


La obra de este artista pop, aún no ha visitado México, pero su estética ha sido muy influyente en el movimiento del arte contemporáneo, en donde lo surreal se mezcla con lo cotidiano y los ambientes de relatos del comic occidental y el anime japonés parecen no ser tan ajenos a las situaciones mediáticas y reales del quehacer diario del ser humano, por esta razón invitamos a que conozcan aún más de este artista japonés.

18.9.09

Antony Gormley. Cuerpo y espacio entrelazado

El cartel de la exposición en el Antiguo Colegio de San Idelfonso, es una invitación reflexiva que permite ver sólo la punta del iceberg sobre el estudio que realiza Antony Gormley sobre lo abstracto y sentimental del ser humano.

Antony Gormley, escultor ingles de 59 años de edad, es un artista occidental, que como buen hijo del Renacimiento, utiliza el cuerpo como origen de su escultura.

Esculturas de humanos realizadas con cubos de metal, dejan ver el sentimiento de figuras pensativas, con intenciones y sueños; así lo muestre como si fuera una imagen expandida al 1000% sacada de ordenador o hecha a partir de moléculas que explotan y se expanden con el objetivo exponer reflexivamente el interior de un otro que a la vez se convierte en un yo.
Uno de los puntos interesantes de Gormley, es que no se limita a esculpir dimensiones y apariencias objetivas de la corporalidad, sino que las lleva más allá, defragmentandolas y agigantándolas al convertirlas en una red gigante de piezas de metal o simplemente deformándolas en aspecto al dejar ver un cuerpo flotante dentro de una masa de alambres entrelazados.
Reta la situación y espacialidad de lo cotidiano en el ser humano, al colgar cuerpos en el techo en una instalación que permite mirarse uno en relación con el otro y a salir de uno mismo, en vez de esconderse cual avestruz, emerge del interior y reconoce lo maravilloso de la vida en el mundo (learning to think).
Otro aspecto significativo, es que muestra la espacialidad haciendo jugar al espectador dentro de ilusiones ópticas de cubos fluorecentes y mostrando la perspectiva física con un camino hecho a de pedazos de pan de bolsa.
Una de las piezas más significativas de la muestra, exhibe un ser en medio de un cuarto obscuro y rodeado de una iluminación cenital. Escultura representativa de un cuerpo en pie, medio encorvado y pensativo hecho de hierro corroído que muestra la soledad del ser humano, su delicadeza y fragilidad ante la vida y el desgaste expresado por la firmeza de la escultura y las partes oxidadas.
Como siempre el Colegio de San Idelfonso alberga una de las muestras más reflexivas de la escena del arte contemporáneo actual, por lo que si esto les sedujo un poco, es mejor que saquen conclusiones y se dejen cuestionar al explorar la obra de Antony Gormley, empiezen a mirar y comiencen a ser mirados por las mismas esculturas.

7.9.09

The White Elephant, Franz West

Vísceras gigantes, prótesis interactivas, remembranzas a tiendas departamentales y bazares es mucho de lo que se puede apreciar en la exposición The White Elephant del artista austriaco Franz West, quien nos invita a convivir con su obra y ¿por qué no? También a reflejarnos en un ambiente naïeve con aparentes juegos sin sentido que transmiten una sensación de pudor y diversión al mismo tiempo.


En el mismo recorrido vemos panzas enormes y rosadas a manera de fuente ornamental, así como una tripa gigante que sorprende por su verticalidad, entrañas que podrían ser la nuestras, expuestas en gran formato y con un sentido distinto al de digerir y procesar alimentos; más adelante jugamos con los volúmenes y las apariencias, en pantallas de video aparecen “guías” de cómo jugar con la obra, un bloque de yeso hueco pero que parece muy pesado nos sirve para colgarlo en el hombro y ridiculizarnos ante la aparente nada; un video nos explica algo acerca de la cólera e ira y como enfatizarla con un artefacto de yeso que podemos manipular introduciendo la mano en él: una vez realizada la fusión contamos con un súper puño que incita nuestros violentos, pulsionales y primitivos deseos de dar golpes a nuestros acompañantes.

Otra parte de la exposición enfatiza el orden y presentación de los productos listos para el consumo furtivo, como si estuviéramos en una tienda departamental, se ofrecen ante nuestros ojos sillas viejas, percheros hechizos y puertas inservibles que recrean un atmósfera especial de composiciones agradables y reflexivas ante nuestro propio entorno, cuestionando espacios cotidianos y la escultura, con materiales ordinarios: papel maché, escayola, poliéster.




Los espacios y ambientes creados a través del color, el volumen y las formas son sin lugar a dudas una oportunidad de contextualizarnos de otra manera de pensar y sentir en una dimensión diferente, exponiendo nuestras entrañas en proporciones gigantescas y haciendo pensar al espectador en su entorno, su espacio y los materiales con los que juega en cada obra.



La exposición The White Elephant de Franz West se expone actualmente en el Museo de arte contemporáneo Rufino Tamayo del 11 de junio 09 al 13 de septiembre 09, el curador de la obra es Patrick Charpenel.

Arturo Muñiz.

Septiembre, 2009