25.11.09

Marta de Menesez… Intimidad hiperreal


Los retratos pueden ser maneras de mostrar artísticamente a personajes y revelarnos aspectos íntimos que nos hagan reconocer sus pasiones, pero pocas veces han sido utilizados en la forma en que lo ha hecho la portuguesa Marta de Menezes, creando retratos y autorretratos que nos llevan a la hiperrealidad de la representación por medio de imágenes que van más allá de lo superficial y se introducen en el ser de manera peculiar: en su cerebro e incluso en sus genes.



Para la mayoría de nosotros, un retrato se asocia con una imagen corporal, o la mayoría de las veces con una fotografía o pintura del rostro. Para Marta como para Orlan, Stelarc o Kac, la tecnología ha rebasado al ser humano y este se tiene que adecuar a las experiencias que ahora los adelantos científicos nos ofrecen; es por eso que sus autorretratos son hiperrealmente íntimos.


En su obra, Marta obtiene fotogramas del cerebro de una mujer (Patricia) tocando el piano, a través de una imagen funcional de resonancia magnética del cerebro, que permite la visualización de regiones que se activan en tiempo real mientras un sujeto está realizando una tarea; Marta ha modificado las actividades de las personas a las cuales retrata por este medio y las ha orillado a tener actividad cerebral en ciertas regiones, con el fin de modificar el resultado de sus obras momentáneas, registradas en los cuadros congelados a partir de las manchas que crea el cerebro.



Por medio de imágenes digitales en 3D, Marta ha creado autorretratos en base a un código proteico basado en las combinaciones de los caracteres que corresponden a los aminoácidos en combinación con las letras de su nombre, obteniendo imágenes abstractas de proteínas como medio de auto expresión.


En su obra Nucleart Marta “pinta” cromosomas de colores, mostrando representaciones de las diferencias o similitudes entre diferentes especies, por ejemplo, plantas, animales o el ser humano; resaltando que los genes son la razón de las diferencias entre especies; el color de las representaciones es distinto dependiendo la especie estudiada; los puntos que representan ADN se ven alterados en imágenes de un cáncer de colon y muestran la discrepancia con respecto a un colón sano.


En otra de sus obras, Marta ha creado formas naturales en alas de mariposa, por medio de pinchazos en su alas que han modificado las formas y colores naturales, creando arte vivo en un ser que al morir, se llevara con él la obra única efímera.


Es una obra que cuestiona lo natural contra lo creado por el hombre, sin embargo la estética de Marta no viola la naturaleza de la mariposa, la ha intervenido sin consecuencias. La vida de la mariposa ha sido respetada en todo sentido y la genética del animal, continúa intacta… el efecto de la obra de Meneses es perecedero y no continúa en las siguientes generaciones.

De Menezes propone un arte tecnológico, donde la mano del hombre y sus inventos científicos son la base para experimentar y cuestionar el ser: humano y animal.

Utiliza la técnica para demostrar que la imagen audiovisual ordinaria nos ha rebasado, dejando atrás modelos estereotipados de percibir una obra… la imagen de la mariposa es natural pero intervenida a la vez, el soporte de esa obra natural resulta innovador; sus retratos no muestran más que sombras e imágenes abstractas que refutan lo que entendemos en occidente por retratos.

Ahora conocer a Marta no es cuestión fenotípica, externa y corporal… conocerla es meternos en la mínima parte que nos dice la peculiaridad de su existencia: el código genético.

Su estética es abstracta, a pesar de que en sus retratos existe una imagen holística de ella, el material genético contiene todas las características de la artista.

Ya Duchamp pinto imágenes inspiradas en la tecnología de rayos X, por ejemplo la Mujer Descendiendo por la Escalera puede ser leído como un esqueleto de mujer multiplicado una y otra vez y retratado en cada uno de sus movimientos… en un solo frame. Lo contrario del cine, vemos muchos cuadros en un sólo cuadro.

Marta nos hace cuestionarnos quienes somos, ya que la publicidad actual y la imagen de marca individual occidental imponen una manera de ser superficial, basada en lo externo, cuando en realidad quienes somos se compone de miles de pequeñas células que nos hacen seres complejos.

Igualmente nos expone la guerra genética de la cual somos parte en la época contemporánea, donde las firmas cosmetologías apuestan por productos que se inserten en nuestros códigos genéticos y evitan el envejecimiento prematuro, pero también donde la inserción de virus genéticos es parte de la guerra biológica que vivimos a nivel mundial con las epidemias que pueden ser causadas a partir de virus creados in vitro.

Marta nos expone nuestra vulnerabilidad, reduce el ser a células, a moléculas, a códigos genéticos que demuestran metafóricamente la relación del ser humano con el universo, la escala de una célula es a nuestro cuerpo, lo que un ser humano es a él universo.

Por otro lado, cabe mencionar que Marta de Menezes más allá de una artista de arte contemporáneo, puede ser vista como una mujer que experimenta en laboratorios biológicos y hecha mano de la ciencia y la tecnología sólo como medio de autoreconocimiento, aunque en ese acto egoísta, puede llevar al lector a encontrar aspectos reveladores sobre sí mismo.


Marta de Menezes Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Lisboa, realizó un Máster en Historia del Arte y Cultura Visual en la Universidad de Oxford. Ha explorado la interacción entre el arte y la biología, demostrando que las tecnologías biológicas pueden ser usadas como un nuevo medio de expresión y los laboratorios pueden ser estudios. Para ello se ha servido de la utilización de sistemas de radiodiagnóstico o de instrumental y procedimientos clínicos*

*http://www.banquete.org/banquete05/visualizacion.php?id=33

9.11.09

Ciencia + Arte = K A C

Quiero crear nuevas realidades… Eduardo Kac


La posibilidad de erigir seres únicos vivientes, modificados genéticamente y cambiantes en su manera de comportarse, han llevado a Eduardo Kac ha crear obras de arte sumamente interesantes, polémicas y trasgresoras pero sobre todo, obras que nos hacen cuestionarnos acerca del entorno tecnológico y versátil que actualmente nos rodea y que incluso vive dentro de nuestros cuerpos.

Kac, artista brasileño de 47 años de edad, ha sido el padre de la Coneja que brilla en la oscuridad, ha creado un código genético a partir de una cita bíblica, se ha introducido un chip con información de localización y ha realizado entornos de seres vivos modificados transgénicamente en los que el espectador puede modificar las condiciones de vida de los organismos vía internet, entre otras obras que interactúan con la tecnología, comunicación y el arte.

El arte de Kac se rige por la premisa de que todos somos seres transgénicos.


El arte transgénico se basa en la creación de nuevas formas de vida a partir de información genética; pero debemos dar cuenta que lo que hace Kac no es diferente a lo que somos nosotros, el Proyecto del Genoma Humano ha demostrado que los individuos poseen secuencias de diferentes virus, adquiridas durante el largo proceso de evolución... somos una red ya que en cada pedazo de piel tenemos muchos seres vivos, tenemos en el cuerpo DNA de otros organismos.

El arte transgénico es la manifestación estética de la condición contemporánea, es el laboratorio de la libertad creativa, inventa nuevas formas de vida y demanda la reconozcamos no como un objeto: la obra de arte es un sujeto.


La coneja fluorescente: A L B AEl proyecto comienza con un artículo publicado en 1998 en la revista Leonardo, bajo el título "Transgenic Art"; donde dicta su manifiesto:


Propongo que el arte transgénico sea una nueva forma de arte basada en el uso de las técnicas de ingeniería genética para transferir material de una especie a otra, o de crear unos singulares organismos vivientes con genes sintéticos. La genética molecular permite al artista construir el genoma de la planta y del animal para crear nuevas formas de vida. La naturaleza de este nuevo arte no sólo es definida por el nacimiento y el crecimiento de una nueva planta o un nuevo animal, sino por la naturaleza física o mediática de la relación entre el artista, el público y el organismo transgénico.


De allí nace el concepto creativo de Alba, la coneja "única" de laboratorio a la que Eduardo dota de luminiscencia. En determinadas circunstancias, su piel desprende un fulgor verde, como si se tratase de una luciérnaga al ponerla bajo luz azul.
Alba adquirió esta propiedad debido a que sus genes fueron modificados con proteína verde fluorescente (GFP), una sustancia extraída de las medusas. Cabe mencionar que el arte biológico de Kac lleva con él la premisa del aura de la obra de Arte única, original e irrepetible que Walter Benjamin dictaba en su escrito La obra de Arte en la época de la reproductibilidad técnica.

Alba fue conocida mundialmente en el 2000, año en que también el autor fue atacado por múltiples asociaciones que exigían el cuidado de los animales y por otro lado, la sociedad estaba escandalizada debido a que Eduardo había borrado las barreras de la ciencia y el arte e incluso de los valores en cuanto al trabajo con seres vivos.
Algunas de las críticas atacaban a Kac porque había violado la naturaleza y dotando de características "anormales" a una coneja, por lo cual ya no podría desarrollarse en su ambiente natural. Kac respondió a esto que Alba nunca vivió en condiciones normales, ya que siempre había sido una coneja de laboratorio y por otro lado su fluorescencia sólo se notaba bajo cierto espectro de ondas de luz.


Gen Biblico: G E N E S I S

En Génesis. Kac juega con la teoría de la creación divina y crea una obra trasgresora tomando desde la web, una frase del Génesis de la Biblia:

“Y que el hombre tenga dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre toda cosa viviente que se mueva sobre la tierra”

La pegó en Word, la tradujo al alfabeto morse y creó un código para traducirlo a código genético, hasta producir un gen, proveniente de la Biblia. Luego envió el producto a una compañía especializada en síntesis de genes y dos semanas después, vía Fedex, recibió el gen.


Después incorporó el gen en una bacteria y preparó la instalación con luz ultravioleta en una galería. Las personas en la galería o vía internet, podían elegir emitir una luz ultravioleta sobre la bacteria. Esto causaba una mutación en el ser vivo: la luz cambiaba el gen.
Las cámaras de video registraron el proceso en tiempo real. Una acción local muy pequeña puede tener una consecuencia profunda en un sitio muy lejano, sostiene Kac. Génesis fue galardonada con el premio Ars Electronica en 1999.

En esta obra Kac demuestra la interacción real del público con la obra, lo pone frente al sujeto artístico que modifica y lo convierte en parte del ambiente de la obra, ya que el espectador también es observado vía internet.... y por supuesto, se mofa de la religiosidad que soporta las creencias occidentales, trasgrediendo las palabras del libro sagrado y experimentando con sus Frankensteins genéticos.

E L O C T A V O D Í A

Esta obra consiste en una semiesfera en la que se puede observar una ecología transgénica formada por ratones, plantas y peces. Todos los organismos vivos han sido modificados con el gen de la medusa del Pacífico y producen un brillo verde cuando son expuestas a la luz azul.


Pero además, ha introducido en la semiesfera un “biobot”, comenta Kac: Desde el 97 vengo creando máquinas que son el opuesto del cyborg; es decir, en vez de integrar la tecnología en un ser vivo, se trata de un robot en el que he integrado un grupo de amebas. El biorobot se mueve en el espacio de acuerdo con la actividad de estos organismos, pero también podremos dirigir un poco su dirección desde una página web. El robot se convierte en un lugar de interacción entre organismos y participantes. Además, el biobot incorpora una cámara a través de la que tendremos una perspectiva en primera persona del ecosistema transgénico.




En esta obra que recuerda al gran hermano vigilando un mundo alterado geneticamente, Kac desenmascara en un microentorno, al mundo real; nos enseña que lo transgénico esta entre nosotros pero lo hemos adoptado muy naturalmente, ya sea desde nuestro cuerpo, hasta en los alimentos que comemos, que han sido modificados sin que nadie se haya percatado.


Kac comenta sobre su obra:

"me interesa pasar de la representación a la presentación, que las creaciones salten de la pantalla al espacio físico. Por ejemplo, en una obra anterior llamada “Genesis”, creé en mi ordenador el modelo de una bactería y se lo envié por correo electrónico a la compañía que la sintetizó, y ésta me la devolvió de manera física. estableciese una conexión entre lo físico y lo virtual, entre lo biológico y lo tecnológico. Pretendo crear un universo dinámico entre los dos para romper las fronteras y entrar en una nueva ecología.

Para ilustrar esta idea, en 1997 Kac realizó la instalación A-positive, que consistía en un intercambio intravenoso entre un hombre y un robot. El hombre donaba la sangre; el robot donaba glucosa que alimentaba el cuerpo de Kac.


Ese mismo año presentó el performance Time Capsule. Emitido en vivo por televisión e internet, Kac fue objeto del implante de un chip RFID (identificación por radiofrecuencia) que contenía un número de identificación, mientras se contaban en la pared de fondo con una serie de antiguas fotografías de su familia. Con esta obra, Kac se convirtió en el primer ser humano portador de un implante de microchip y como Orlan, hizo de su implante, una obra de performance en donde su historia personal, salió a relucir por medio de las fotografías que fueron parte de su puesta en escena.
Sus redes híbridas, de espacios físicos y virtuales, desplazan al público dentro de unos entornos que reflexionan sobre la forma en la cual las estructuras y la mediación de la tecnología facilitan y precisan la visión, el tacto, el oído y la voz, de nuevo como con Stelarc vemos las extensiones corporales maximizadas por lo mediático.


Para Kac las fronteras entre lo local y lo remoto, lo humano y lo no-humano, lo vivo y la máquina se empiezan a desdibujar. A través de su obra, explora las conexiones entre lo físico y lo virtual, entre lo biológico y lo tecnológico, con el fin de romper fronteras y entrar en una nueva ecología de lo híbrido.

Citas tomadas de:
Entrevista de José Luis Vicente, "Eduardo Kac, artista electronico", el creador de seres imposibles", originalmente publicado en El Mundo, Madrid, Lunes, 10 de septiembre de 2001.