Galería Efímera: Error 404

Error 404 ha sido una galería efímera inaugurada y clausurada el sábado 4 de junio de 2011, en el domicilio del artista Guillermo Eduardo, el cual nos propone una lectura de su obra en dos vías, por un lado haciendo una critica de la forma en que se exhiben obras en museos y por otra, con la propia obra, compuesta por performances, fotografías y video en plasma.

Continuando con la tradición de crítica hacia la exhibición museística de artistas como Jhon Cage y Piero Manzoni, Guillermo Eduardo expone su obra en su habitación y en la sala de su hogar, haciendo una crítica al arte institucional y la forma en que se exhibe al publico, en donde asistir al museo es parte de un ritual poco lúdico y más bien serio y respetuoso. Además, proponiendo de manera conceptual, el nombre de la galería como un error informático o el piso en el que se presento el evento.

En el mismo tenor Guillermo Eduardo plantea continuar con la “estética relacional” acuñada por el crítico francés Nicolas Bourriad, en la cual la interacción y la relación social de los espectadores, la obra y el artista son lo más importante, ya que burlan las formas capitalistas de intercambio y desmantelan los mecanismos habituales para evaluar la calidad y el valor de una obra de arte (Heartney, Arte Hoy, 2008); así, se pudo interactuar en un espacio no “sacro” e incluso pisar obras pertenecientes a intervenciones pasadas (como la mostrada a continuación de la autoría de la artista Exa Sánchez)

Guillermo nos muestra su obra multimedia en distintos formatos, primero con performances momentáneos que tienen que ver con acciones ordinarias como el amasar pasta para preparar empanadas al horno, no sin antes verificar el horno introduciendo su propio cuerpo. En otro de sus actos, recibe a los espectadores con una mascara de Darth Vader e introduce el tema de sus fotografías como una botarga anunciando un producto por medio de un megáfono.

Parte de la obra ha sido montada entre intervenciones, en los cuales viste trajes divertidos y espontáneos, mientras posa para fotografías que enseguida son montadas in situ para ser vistas a través de una pantalla de plasma de 42”, en donde los mismos espectadores se vuelven parte de la obra al ser fotógrafos o fotografiados y luego verse en el video montado en el mismo momento.

Paradójica y contradictoriamente a la presentación de la galería y los performances espontáneos, la obra fotográfica que presenta, está montada de una manera cuidada y estética, en donde las composiciones y las propias maria-luisas de las obras han sido atendidas en exceso.

El tema de la obra fotográfica se basa en los escombros y chatarras encontrados aleatoriamente en barrios citadinos. Obras en las que los colores, texturas y composiciones, hacen de la basura y contextos sucios, algo estético y atractivo por medio del nuevo entorno de exhibición y el recorte de la cámara de pixeles del artista.

Parte de la obra ha sido documentada con el video in situ editado y enviado a la pantalla vía air-play y por las fotografías que los espectadores-creadores han tomado durante la exhibición, sin embargo y parafraseando a Duchamp… la obra ha sido definitivamente inconclusa… hasta la próxima apertura de la Galería 404.